Daiquiri de piña, galleta y chocolate blanco: un postre que se bebe
¿Hay algo más placentero que un buen postre? Sí: un cóctel que sabe a postre. Cremoso, goloso y con un punto ácido que equilibra cada sorbo, este Daiquiri de piña, galleta y chocolate blanco está pensado para quienes disfrutan jugando con sabores, texturas e ideas nuevas detrás de la barra.
Una mezcla que no se olvida fácilmente, creada por el bartender Luis Inchaurraga para Sanz Cocktails, con ingredientes de calidad y una técnica que añade complejidad sin complicar la preparación. Si te gustan los cócteles creativos que sorprenden y reconfortan a partes iguales, este es de los que merece ser agitado (y servido) con orgullo.
Los ingredientes
Copa: Nick & Nora
Tiempo estimado: 6 minutos
Nivel de elaboración: Medio
- 60 ml de ron dorado infusionado con mantequilla
- 30 ml de puré de piña Sanz Purefruit
- 30 ml de zumo de lima natural
- 20 ml de sirope de chocolate blanco Sanz
- 5 ml de sirope de caramelo Sanz
- Decoración: Piña deshidratada + cereza marraschino
Así se prepara
- Enfría bien la copa.
- Añade todos los ingredientes a una coctelera con hielo.
- Agita fuerte para que todo se mezcle y emulsione.
- Cuela dos veces en la copa fría.
- Decora y sirve.
El truco: ron infusionado con mantequilla
Este tipo de infusión, también conocida como fat washing, transforma completamente el ron. Le da una textura sedosa y una capa aromática que redondea el perfil del cóctel.
Cómo hacerlo:
- Derrite 100 g de mantequilla sin sal.
- Mézclala con una botella de ron dorado (700 ml) en un bote hermético.
- Agita cada hora durante unas 4 horas.
- Mete en el congelador hasta que la mantequilla solidifique.
- Retira la grasa y filtra el ron.
- Guarda embotellado.
¿A qué sabe este cóctel?
Piensa en una tarta de piña con base de galleta y cobertura de chocolate blanco… pero líquida. Hay acidez de fruta tropical, dulzor goloso, y una textura que abraza el paladar gracias al ron infusionado. Es un cóctel que entra suave y deja huella. Uno de esos que dan ganas de repetir o de guardar en la recámara para una ocasión especial.